lunes, 30 de marzo de 2015

5 AMORES, 5 HISTORIAS Cheo & David 8.

El viernes siguiente se quedaron juntos en un hotel para el sábado conocer a la otra parte de la familia de David.

Estando en el hotel Cheo ya venía con malestar de gripe, compraron en la farmacias unas cosas para detener la gripe. Pidieron comida en la habitación y vieron televisión abrazados. Cheo quería tener sexo pero David no y menos él con gripe. David lo consentía, lo besaba, lo tapaba, le buscaba las cosas.

Luego de cenar vieron un poco más de televisión y se acostaron. Cheo estaba indeciso si ir el sábado, antes de ir a casa de la tía de David, a una reunión que a veces va para sus problemas de alimentación. Estuvo varias horas en que si, que no, que vamos otro día, mejor si vamos. La verdad que David quería acompañarlo a ese lugar, le interesaba el tema. Pero al final decidieron irse a casa de la tía.

Previo a eso fueron a un bodegón para comprar vino. Luego no estaba convencido de lo que tenía puesto, que quería cambiarse, que mejor me quedo así, no, me veo gordo, se me pega la chemise, en fin, entró a una tienda y compró una camisa de las que él usa y lo identifican: de rayas y manga corta. Ya más cómodo con lo que compró emprendieron el camino.

Llegaron, Cheo con pena entró a la casa, estaban la tía, dos de los primos con sus esposas y los niños y la mamá de David que ya se conocían. No tardó en hablar y soltarse con todo el mundo, la gente animada conversaba con ambos. Llegó la comida y seguía la charla, todo marchaba estupendo! David de nuevo satisfecho que todo fluía y todos contentos.
De vez en cuando Cheo se acercaba a David.
Te amo, ¿cómo va todo? ¿No he sido imprudente, no he dicho nada fuera de lugar?”
Tranquilo, todo bien.

Llegó la hora de marcharse y David le dice a Cheo que se quedara en casa, el aceptó. Cuando llegaron la mamá de David le dice –¿por qué mejor no duermen en el cuarto de tu hermana? La cama es más grande, hay aire y estarán más cómodos– Una vez en el cuarto Cheo le dice a David:
Definitivamente tú mamá es Suiza– David se rió–.
–Sii, ella está clarita.

A los pocos minutos hicieron el amor, se relajaron, luego se pusieron a ver televisión y David que no lo había preguntado nunca, le dijo “–¿Te gustó? –si  –David le dice –¿Repetimos? –Contestó que no, normalmente es David el que no quería, más por razones de cansancio que por otra cosa, se abrazaron y vieron la televisión juntos–.

El lunes en la mañana quedaron en no verse en la tarde pues ya se habían visto el fin de semana. Ya en la oficina David ve en el muro de Cheo: =Cheo Torres Santos ahora es amigo de Eduardo Piña= se lo comenta a Cheo pues David lo conoce y le dice que si que se conocen. No era raro pues trabajan en lo mismo desde hace años y en ese mundo de la publicidad todos se conocen.

El día se pasó entre llamadas y mensajes de texto, en la noche hablaron, se mandaron besos y felices sueños.

Al día siguiente si se verían en la noche, así que durante el día estarían escribiéndose. Antes del mediodía Cheo le dice que va a almorzar con Eduardo. –<¡Qué bien! Mándale saludos!>– 
–<Con gusto>

La tarde se le complicó a David pues su jefe montaba un informe y había que quedarse, entre una cosa y otra seguían escribiéndose y llamándose. Cheo le dijo que lo esperaría pero ya eran pasadas las siete de la noche. David le dijo que le daba cosa que esperara más tiempo, que no sabía a que hora se iba.

Cheo le dijo que entonces se iba a casa, que un compañero de trabajo le daría la cola, que en la noche hablaban. Efectivamente en la noche hablaron un ratico pues le dijo que tenía que hablar con su sobrina Beatriz de unas cosas que luego lo llamaría de nuevo. Nunca ocurrió la llamada y David se fue a dormir.

Lo que ocurriría al día siguiente a las 5:45 am de la mañana, dejaría a David con la mente en blanco.

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