miércoles, 28 de agosto de 2013

PECADO CAPITAL 4. Avaricia. Final de Temporada


–Te vas a quedar en mi casa por unos días, llama a tus padres desde el teléfono público que está a dos cuadras de aquí y te vienes. Luego veremos que hacemos.– Le dijo Guanta a Falcón mientras este la veía con ojos de deseo, –¿Cómo puedo pagarte por lo que estás haciendo por mí? Le dijo mientras le pasaba la mano por el hombro. –Mantente alerta y no hagas tonterías– Ella le devolvió el gesto pasando su mano por la mejilla de él. Se levantó y se retiró a su habitación



En la madrugada, Guanta entra al cuarto de huéspedes donde dormía Falcón. Le tocó el hombro y mientras el se incorporaba en la cama ella le dijo: –Vengo a cobrar– Dejó caer su bata y quedó totalmente desnuda.



***

–No pues ¿y qué es lo que me traen aquí?– Un encargo del capo del país hermano, ¿no le dije? Hay que ponerle tetas a este niño que quiere ser niña. Trinidad veía al médico y al narco mientras hablaban entre sí. Nervioso, no abría la boca, sólo esperaba órdenes. –Así que quieres tetas negrito–Sí…sí, quiero cambiarme el sexo, quiero ser mujer_Ya, ya pero aquí sólo te voy a poner tetas, en Alemania me dijeron que te van a poner chocha jejejeje. Es primera vez que le pongo tetas a un niche asi como tú–Decía el médico que tenía aspecto de cualquier cosa menos de cirujano certificado.



–A ver ¿qué tamaño quieres las tetas? 250 cc, 300 cc o 500 cc en cada teta–Trinidad arqueó las cejas y abrió los ojos. “Guao, voy a estar en Alemania y no se cuánto tiempo estaré ahí, necesito dinero, yo creo que me voy a poner 500 en cada teta” pensó Trinidad mientras se dibujaba una sonrisa en su cara. –500cc, las quiero grandes, con buenos pezones–Hey pare, pare que esto no es una tienda que escoges que quieres, aqui se te hará lo normal, pero veré que puedo hacer por ti–.



–Quítate la ropa que quiero verte el cuerpo–dijo el médico reflejando en su rostro morbo. –Si quiere me salgo del consultorio doctor y lo dejo “a solas” con el paciente–decía el narco que trajo a Trinidad. –Tranquiiiilo quédese y disfrute de este cuerpo oscuro, mire esas nalgas de este muchacho– le dió tres nalgadas, sus glúteos eran firmes, redondos y levantados, –ya tiene unas nalgas de hembra y bien ricas, tóquelas–Se acercó y metió sus manos entre las nalgas. –Duritas las nalgas del condenado– Trinidad estaba muy nervioso y en esa situación no controla su micción y comenzó a orinarse.



–Miren al niche meándose–le tomó el pequeño pene de Trinidad y se lo apretó –Deje de orinar que ahora le toca limpiar el reguero–. Mientras Trinidad limpiaba, el medico encendió el aire fue a desinfectar los instrumentos para la cirujía y se preparaba para la operación. Llegó un anestesiólogo y se quedó esperando para hacer su trabajo.

Una vez todo preparado, Trinidad estaba en la camilla desnudo y con todo el equipo a su alrededor. Lo anestesiaron.  –¿Será que me lo puedo coger antes de que lo operen? Así dormidito que no moleste mientras le doy duro– No hay problema hombre, eso sí póngase un condon que esté tiene más venéreas que sangre en el cuerpo– El narco le levantó las piernas y el anestesiólogo se las sujetó traéndolas hacia él.  Se puso el condon y lo penetró.



El narco tiene un pene grande y grueso, con una curvature pronunciada hacia arriba y a la izquierda, pero gracias a que Trinidad estaba dormido fue fácil introducirlo. –Uuuichs que rico está este culo, tibiecito y suave– Se acostó casi encima de Trinidad y comenzó a penetrarlo con más fuerza, la Camilla se movía hacia delante y hacia atrás hacienda rechinar las patas. Ambos medico estaban masturbándose viendo violaban a Trinidad.



El cirujano encendío una de las leamparas del consultorio para tener más lz y comenzó a tomar fotos de la penetración; se acercaba hasta el ano y tomaba la penetración desde cerca. El otro médico le introduía el pene en la boca de Trinidad y también tomó fotos de eso. El narco le abría el ano con sus dedos mientras lo penetraba. Luego de 40 minutos en la violación, Trinidad despertó y se encontró penetrado. Estaba aturdido y sin saber que pasaba. –¿Qué pasa? ¿y mis tetas? Quiero mis tetas, ustedes me dijeron que me iban a operar–Hablaba con dificultad.



El narco le dió una bofetada que lo volvió a tumbar en la Camilla. Él seguía penetrándolo, retiraba su pene y volvía a introducirlo con más fuerza. El anestesiólogo se montó en un taburete y le acabó en la cara, Trinidad comenzó a llorar y el médico le inyectó un sedante. –Vamos a operarlo ya, quiero salir de esto, bájate de la cama– El hombre retro su pene y se sacó el condón, de rramó su semene en la entrepierna y el abdómen del muchacho.



–¡Ah ah ah coñoooooo! ¡Qué culo más rico jueputa! ¡Cuando tenga chocho me lo cojo por ambos lados, esta negra esta bien buena!– Se vistió y espero afuera mientras que los médicos se quedaron con Trinidad.



–Ahora vamos a colocarte estas prótesis cargaditas de dinero en polvo para que nos quede más platica– Iba colocanco las prótesis y cauterizando. –Ya que estamos en esta vamos a sacarle de una vez cintura a esta niña jejeje, vamos a jugar, y luego le subimos las cejas a esta la tenemos que llevar siendo mujer de una vez pa sacarle dinero en Alemania–.



Una hora después Trinidad estaba en recuperación con unos enormes senos, una cintura más marcada y las cejas un poco levantadas. –Quedaste hermosa, tienes unas tetas para hacerse la paja rusa ahí jejeje– decía el cirujano. –Te dejo sola para que te recuperes­–.

20 minutos después Trinidad se levanta de la camilla y se ve al espejo. No pudo contener las lágrimas y se puso a llorar al ver que una parte de su sueño se hizo realidad. –Falta poco Trinidad, falta poco, lo estamos logrando y volvió a llora, pero era un llanto de satisfacción. Volvió a recostarse para descansar y reponerse del mareo que tenía.

sábado, 24 de agosto de 2013

TRIPLE EQUIS. Descubriendo a mi amiga


–Hola Rebeca…¿cómo estás? –Respondía una llamada de una amiga–Te llamaba para saber si podía ir a tu casa y así hablábamos un rato y te hago compañía–Gracias Fernanda, aquí te espero–Ok, salgo en media hora y me voy directo para allá–.

 –Holaaa, me detuve a comprar unas botellas de vino y algo para picar–Que bien, vamos a abrir la primera– dijo Rebeca.
–…así como lo oyes mi amor, ese es Arturo una basura de persona, cambió totalmente, discute, grita y fue capaz de pegarme por segunada vez ¡y no se lo aguanté más!–
–De verdad que no puedo creer lo que me contaste” Decía Fernanda impactada con la
   revelación–.
–Es horrible Fer, pero bueno, hablemos de cosas menos tristes porque entre lo de Gustavo que me montó cachos con mi jefa y lo de Arturo, me voy a deprimir–.

2 horas después…Ya estaban por la cuarta botella de vino.
- Ay mi amor que mujer en esta ciudad no se ha tirado a Gustavo, si yo te contara. “hasta yo”–pensó. Fernanda y Rebeca reían a carcajadas.
- Pero es que Arturo aparte que tira divino, se gasta un guevo mi amor, bueno, su hermano lo tiene igual jajajajaja–¿Te tiraste al hermano?–Noooo, lo vi desnudo…nada más–En cambio Gustavo lo tiene normal, buena cama, normal, no me quejo.

- Te voy a contar algo pero tú mueres callada marica jajaja. Yo me tire a Jorge, el hijo de Arturo mmmmm ese niño aprendió del padre, es medio torpe, no sé ahora, pero lo pasé bien con él.
- Que zorra eres jajaja. Yo también te voy a confesar algo. Mi marido también se tiró a mi hermana, guevonaaaaaaa jajajajajaja, ahora me rio, ¡¡¡¡pero tenía una arrechera!!!!.
- ¡Dios mioooo! ¿Pero qué novela es esta? Jajajajaja somos una cuerda de enfermos todos.
Luego de reirse, Rebeca se acerca a Fernanda y le da un beso en la boca, –Te quiero mucho amiga, voy a trae algo–

Fernanda estaba acostada en la enorme cama, en ropa interior, de repente llega Rebeca con un consolador de goma de dos cabezas, –Mira lo que tengo para las dos– se lo mostraba mientras lo agitaba. –¿Vamos a usar eso?–Claro, tenemos que distrernos y no necesitamos a nngún macho. Rebeca se acercó a Fernanda y le bajó la pantaleta, comenzó a pasar su lengua sobre la vagina de su amiga.
Esta se volteó para también hacerle lo mismo a su amiga. Cada una lamiéndo a la otra e introduciéndose los dedos y jugando con los clítoris hasta endurecerlos. “Así, así Fer dale, dale, hazme acabar, ¡chúpamela! AAAAH AAAAH AAAAH” una cantidad de flujo salió disparado a la cara de Fernanda, lo que hizo que se excitara y ahora comenzaban con ella; misma operación pero Rebeca frotaba fuerte los labios de la vagina de Fernanda hasta hacer que se corriera. Se retorció de placer y cayó tendida en la cama.

Segundos después se levantaron–Ahora vamos con esto–ambas se sentaron en la cama y Rebeca comenzó a introducir parte del juguete de goma en su vagina soltando suaves gemidos. –Acércate,  métetelo, anda– Fernanda, comenzó a introducirlo, una vez las dos penetradas empezaron a moverse y estremecerse, tocaban con sus manos la vulva y se besaban, se frotaban duro, gritando y gimiendo. Sus labios estaban hinchados por la excitación, y humedecidas al máximo. Volvieron a disfrutar de un orgasm mutuo y volvieron a caer exhaustas en la cama.

“Wao, que locura…esto que acabamos de hacer es una locura, pero que divino” dijo Fernanda. “Estuvo genial”, “¡ninguna locura! ni siquiera Arturo me provocaba estos orgasmos, que perra eres” le respondía Rebeca y le dió un beso en la boca. –Ven a vivir conmigo y a ver que pasa…creo que podemos pasarla bien, ¿qué me dices?–Lo voy a pensar– dijo Fernanda dándole otro beso en la boca a su amiga, ahora íntima.

miércoles, 21 de agosto de 2013

PECADO CAPITAL 4. Soberbia


Potro llegó al galpón y consiguió a los hombres tal cual como los había dejado Falcón. Uno de ellos muerto, el otro dormido y borracho. Le disparó en la cabeza e incendió el lugar pero antes los roció a ellos con gasolina y les prendió fuego.



*** 
Guanta entraba a la oficina de Tabay que tiene en la empaquetadora. –Necesito un carro, ahora tengo más responsabilidades y quiero movilizarme con tranquilidad–Agarra el que quieras de la empresa, están a tu disposición amor–No, quiero uno para mi y sé que me lo vas a dar– se acercó a Tabay y le dió un beso en la boca mientas toca su entrepierna haciendo que comenzará a elevarse su pene dentro del pantalón.

Guanta apartó un poco la silla del escritorio y se montó encima de Tabay, ella estaba sin ropa interior y sacó por el cierre del pantalón de él, su pene y lo introdujo en su vagina.

–Si no me vas a comprar un carro quiero la camioneta azul de la empresa que está blindada, pónla ya a mi nombre– Apretó con su vagina el pene de Tabay, éste se estremeció y eyaculó de inmediato, inundando la vagina de Guanta. –Haces conmigo lo que quieras, ve a Consultoría, que te hagan el documento y eso sí, te hago una autorización y vas a la Policía Técnica para la inspección del carro y te vas a tránsito, tu harás el papeleo–Tranquilo mi amor, déjame eso a mi– se bajó de las piernas de Tabay, pasó su mano por su vagina y recogió parte del semen de su amante, –¿Te gusta esto?–le metió los dedos en su boca para que probara de su propio líquido. –Me gusta tú y lo perra que eres, ahora vete porque sino te cojo de nuevo–.



“Maldito enfermo, lo vas a pagar caro” pensó –Gracias  mi amor, en la noche te desquitas–.



Estaba en la Policía Técnica entregando los documentos para que lo firmara del director –Mami, esto va a tener que esperar porque el director está en un levantamineto de un siniestro en la autopista– le decía uno de los policías. “Que ordinario” penasaba mientras lo miraba a los ojos. –Paso en dos horas por el documento firmado–Mi reina yo creo que mejor pa mañana–Yo creo que tú no has entendido papi, esto lo necesita hoy el señor Tabay, ¿tú sabes quién es el señor Tabay?–El policía arqueó las cejas –Ok, ok pase al final de la tarde y yo le tengo esto firmado–.



Guanta salía de la comisaría y se tropieza con un jóven que venía corriendo y sin ropa, solo estaba tapado con un interior, al cruzarse le tumbó una carpeta que traía en la mano. –Ciudadano quieto ahí, no puede entra aquí así–Acabo de escapar de un secuestro señor, vengo a  poner una denuncia–Siéntese y búsquenle ropa al ciudadano, hay damas presentes–Sé quien lo hizo, ayúdenme por favor, ayúdenme fue Tabay, el empresario, Tabay ordenó mi secuestro, ayúdenme. Habla Falcón con miedo y temblando. –Ay panita, esto está grave ese tipo es un pesa’o no sabes con quien te estás metiendo–.



Guanta retrocedió al escuchar el nombre de su amante. –Disculpen oficiales, usted ya sabe de lo que le hablé ¿cierto?, muchacho, ven conmigo, acompáñame, te voy a ayudar–. Falcón terminó de vestirse con las chivas que le entregaron y, dudando un poco, con el miedo todavía en su cuerpo se fue con Guanta. –Dios te puso en mi camino muchacho, ¿cómo te llamas?–Falcón–¿Tú eres el novio de Catia o de su madre jejeje no?-Eeeeh si, bueno, si si, ¿quién es usted?–Soy amiga de tu madre y amante de Taba, pero tranquilo, tranquilo, a Tabay lo quiero ver preso o muerto o sufriendo por todo lo que ha hecho. Te voy a ayudar–.



–Potro, estoy viendo la noticia del incendio de la camioneta y no hay cadáver, NO HAY CADÁVER. ¿Qué coño pasó?–Le dió un cachazo en la cabeza que lo único que le hizo fue moverla unos centímetros hacia un lado. Potro cerró un puño con ganas de golpearlo hasta verlo morir, pero se contuvo. Tabay le ha hecho muchísimos favores a él y a su familia; sacó de la cárcel a un hermano y a un tío, detuvo el embargo de la casa de su madre, le pagó todo el tratamiento de un extraño cáncer de su padre en el exterior y le dió trabajo y un excelente sueldo para que fuera su mano derecha y su brazo asesino cuando nadie le daba trabajo por ser exconvicto, drogadicto y con un leve retraso por una meningitis cuando era niño.



–Busca a ese maldito maricón y me lo traes muerto aquí Potro, lo quiero muerto aquí, en mis pies–.


Falcón le contó todo a Guanta desde el romance con África, hasta la persecución y el secuestro ordenado por Tabay. “Esto me va a servir para que Tabay se enloquezca por mi y no sepa estar sin mí. Lo siento Falcón pero mi venganza tiene daños colaterales y tu eres no de ellos” pensaba mientras hablaba con Falcón.