jueves, 23 de enero de 2014

PECADO CAPITAL 7. Pecado Final.


Viernes 9:50 de la mañana, llegaba la van con los siete invitados al lugar escogido para la despedida. Llevaban la cara tapada con una capucha. _Vayan bajando con cuidado, los vamos a yudando y se quedan parados aquí– decía uno de los hombres que acompañaban a los invitados. El chofer de la van a l ver que habían bajado todos, aceleró y se perdió del lugar, pero tendrila que volver cuando se le llamara.



Entraron a la casa, estaba en una pequeña sala sin muebles, solo  siete sillas, las ventanas estaban cerradas y bloqueadas, la luz que había era artificial. –Quítense la capuchas lentamente para que se acostumbren a la luz– volvía a hablar el hombre. Cuando todos se quitaron las capuchas se consiguieron con una mesa rectangular y larga, completamente blanca y sobre ella varios instrumentos y armas. –Como pueden ver aquí tienen 7 instrumentos, uno para cada uno, se van a colocar en fila y van a escoger el que quieran, pero antes beban esto– ¿Qué es esto?– Preguntó Tobago. –Es tequila–les entregó a cada uno un shot. –Lo van a necesitar, tómenselo de un solo trago–.



Se pusieron en fila. Tobago estaba de primero. –Escoge un arma– En la mesa había un látigo de cuero con púas en sus cuerdas, un bisturí, un bate, un aparato de descargas eléctricas, un alicate, una pistola de clavos y un taladro. –¿Qué vamos a hacer con todo esto?–De eso te vas a enterar cuando entres a la otra habitación mientras los demás esperan aquí. Pasa Tobago, ustedes siéntense.–



Tobago traspasó unas cortinas negras y lo esperaba otro hombre que le entregó otro shot de tequila. –Bébelo y entra–. Al entrar al cuarto se le heló la sangre. Vio a Tabay amarrado con cadenas por los muñecas y tobillos, estaba en cruz pero a la altura de sus ojos para tenerlo cerca. Al fondo estaba Potro sentado con un arma.



Tabay tenía los ojos vendados y en sus cabeza unos audífonos con musica de rock pesado a todo volumen. –Vamos Tobago, házle lo que quieras a esa basura, piensa en todo lo que ha hecho este animal y desata tu arrechera en él– Tobago tenía en sus manos el bate.



“Maldito” pensaba Tobago. Comenzó a darle batazos por los costados, las piernas, los brazos, cada golpe era un grito y Tabay se ponía tenso intentando gritar con la boca tapada. Un golpe y otro y otro y otro más. –Détente Tobago, hay que dejar para los demás. Pasa por detras de tabay y mira lo que hay– El ano de Tabay estaba abierto con un aparato metálico. –Métele el bate por ahí, con todas tus fuerzas– Tobago comenzó a introducirlo moviendolo circularmente y empujando. Cuando estuvo un poco menos de la mitad adentro, Potro se levantó –Sostén el cuerpo– Potro tomó el extreme del bate que estaba por fuera, levanto su pierna y con una patada partió el bate dejándolo dentro del ano.



–Ahora, te vas a aquel cuarto y esperas ahí hasta que yo los llame–. Entró, había un televisor encendido en un canal de música, en una pequeña mesa sevidos varios shots de tequila y se bebió dos, se sentó y comenzó a llorar.



Era el turno de Icoa. –Toma un arma Icoa y entra– Se llevó el látigo. Entró al cuarto, se tomó su shot de tequila y al ver a Tabay se llevó la mano a la boca. –Entra Icoa, tu hermano lo hizo muy bien, ahora te toca a ti vengarte, házlo ahora y como quieras, eres libre de hacer lo que quieras– Comenzó darle latigazos por la cara lo más fuerte que pudo, Tabay gritaba. No s edetuvo hasta ver que la sangre le coria por el cuerpo. Siguió golpeando pero el pecho, brazos y piernas y volvió a la cara. –¡BASTA! Acompaña a tu hermano a ese cuarto–.



Afuera en la salita donde esperaban los otros cinco, escuchaban lo que ocurría dentro. Era el turno de Bolivia. No quería entrar, respire hondo, bebió su trago y entró con el aparto electrico. –Hola Bolivia, aqui tienes al hombre que humilló a tu familia por años con un préstamo impagable y jodiendo a tus hijos. Devuélvele un poco de ese sufrimiento_. Bolivia comenzó a darle descargas, primero en el pecho y en el cuello, luego bajó a los testículos y ahí se quedó varios segundos. Tabay estaba llorando. –SUFICIENTE, reúnete con tus hijos–. Bolivia entró y se abrazó a sus gemelos y comenzaron a llorar, se bebió otro shot.



Le tocó el turno a Falcón, entró con la pistola de clavos. Sin preámbulos y sin esperar que le dijeran nada comenzó a dispararle a todo el cuerpo de Tabay, a los segundos se detuvo y apuntó hacia Potro. Este levantó el arma y le dio dos disparos en la cabeza a Falcón dejándolo tendido en el piso. Uno de los ayudantes del escolta sacó el cuerpo hacia otro cuarto.



–Ay papá me toca a mi, esto va a está cabilla– Se llevó el alicate. –¡Ese Potro! ¿que es lo que dice?– Coromoto no te tengo que decir que hacer, ponte creativo–¿Aaay vale, le puedo quitar esto de la boca?– Potro movió la cabeza afirmativamente, Coromoto le arrancó el teipe plomo y comenzó a arrancarle los dientes con el alicate– Vente papá que voy sacarte las caries– Iba arrancando los dientes con fuerza. No dejó ninguno en la parte de arriba. Tomó el alicate y con un fuerte golpe le partió la mandibular. El motorizado estaba disfrutando aquel rio de sangre que brotaba de la boca de Tabay. –LISTO COROMOTO, YA, entra al cuarto de ahí– entró a cuarto riendo –JEJEJEJEJE lo deje ancianito sin dientes al becerro ese, mira el sangrero– le mostraba la mano cubierta de un color rojo oscuro.



Entró Orinoco con el taladro. Vio el aspecto que tenía Tabay y comenzó a temblar y sudar frío. Encendió el taladro y tuvo que tomarlo con las dos manos. –Acércate Orinoco y házlo– Se acercó y torpemente acercó al pecho de tabay el taladro y lo atravesó, le hizo dos aberturas, una tercer en el cuello –No puedo, no puedo más–Tiró el taladro y Potro le ordenó esperar en el cuarto con los demás.



Finalmente era el momento de Guanta. Tomó el bisturí y lo apretó con fuerza en su mano, bebió su tequila y entró. Potro la esperaba de pie. – Te dejé para el final para que terminemos tu y yo con él– Potro le quitó los audífonos y la venda de los ojos. Tabay estab extremadamente débil pero aún vivo. Guanta comenzó a pasar el bisturí por el pecho, barriga, brazos. Cuando llegó a la cara, cruzó varias veces el biturí hasta dejarlo desfigurado.  Con su mano izquierda le agarró el pene y de una sola pasada lo seccionó.



Potro tomó de una esquina un sable y sin esperar que Guanta se recuperara de la impresión, decapitó a Tabay. Guanta comenzó a llorar, el escolta la abrazó. –Toma esta arma, la vas a necesitar en unos minutos, quiero que acabes con Orinoco.– Llamó al resto del grupo a que entrara.



–Muchas gracias por asistir a esta despedida, aqui está lo que quedó de este hombre que jodió a un gentí incluyendo a ustedes. No es la mejor manera de hacer justicia pero da un poco de satisfacción verlo ahí echo una mierda.– Potro le hizo un gesto a Guanta para que hiciera lo que habían hablado. Apuntó a la cabeza de Orinoco y accionó el arma. Cuando cayó al piso, Bolivia pegó un grito. Guanta le volvió a disparar.



–Ahora quiero que vayan a la parte de arriba, se duchen y se coloquen una ropa limpia que ienen alla arriba, vean que les puede servir. Tienen toallas, jabon, chamú y desodorante. Luego nos iremos a comer.–



Mientras todos estaban acomodándose, Potro y 4 personas más limpiaron y acomodaron todo el salón, dejando en el medio el cuerpo. El resto quedó totalmente limpio. Se llevaron a Falcón y a Orinoco junto con las armas a undescampado para prender fuego a todo y desaparecerlo.



Tres horas después se montaron en la van nuevamente con las capuchas puestas, rumbo al restaurant donde irían a comer todos juntos con Potro.



En el apartamento donde viven Potro y Catia, estaba la muchacha encerrada y sola, sabiendo lo que le iban a hacer a Tabay.  Sentada en su cama tenía entre sus manos una pistol de su papá, estaba jugando con ella mientras sonreía. –No será ahora y el mes que viene, pero cada uno de ustedes va a morir, Te voy a vengar mi amor. Voy  a matarlos uno a uno incluyéndote a ti PAPÁ.





¿FIN?

martes, 21 de enero de 2014

PECADO CAPITAL 7. Generosidad PENÚLTIMO CAPÍTULO


Potro llevó a sus invitados a almorzar a un restaurant para despejar un poco la mente luego de la despedida de Tabay.

 –Sé que lo que acabamos de presenciar y participar fue algo muy fuerte para alguno de ustedes pero creo que lo que sucedió era lo mejor, hicimos justicia aunque yo también merezco un final así pero quiero reiivindicarme ayudando a mi hija a salir adelante y sacando todos sus fantasmas y frustraciones lejos de su vida. Gracias por haberme acompañado en esto–. Les habló Potro a los presentes.

 –Quiero decir unas palabras– dijo Bolivia. –Hoy estoy muy movida por dos cosas, una por lo que acabamos de vivir cada uno de nosotros esta mañana, creo que me ha afectado mucho, no creo poder borrarme esa imagen por mucho tiempo. Lo que hicimos no estuvo bien pero me dio un fresquito jejejeje–Todos rieron tímidamente. –Y bueno tambien movida y emocionada porque de Nuevo tengo a mi hijo, es decir, a mi hija de vuelta, a Icoa y además feliz porque consiguió a un hombre que no le import lo que sucedió en su vida, está con ella, se aman y eso es lo más importante, gracias a todos–. Aplaudieron y a algunos se les asomó una lágrima.

 Guanta se levantó también para decir unas palabras. –Como dijo Bolivia, este día dificilmente lo olvidaremos. Yo cumplí mi venganza, no la imaginaba así, pero más que por mi lo hice por todos mis compañeros de la fábrica donde trabajé por muchos años, por ellos hice esto y por ellos voy a seguir luchando porque no los voy a dejar solos. ¡Gracias!–.

 –¡Epa ahora voy a hablá yo carajo!– Se levantó Coromoto. –A mi la verdá no me afectó ver como quedó de fiambre el pana Tabay, la muerte siempre la he visto de cerquitica así que esa vaina me resbala. Así tenía que terminá este pana nos guste o no. Yo si me tripeé esta despedida y aparte como dice mi suegra también estoy burda de movido pero feliz porque tengo a mi putico, perdón, a mi pechugo conmigo al que amo y no voy a dejá nunca solo ni a mi suegra ni a mi cuñao o cuñá no sé que carajo es pero también la quiero que jode y al pana Asuán pues bienvenido, ya lo conoceré jejejejeje–

 Icoa y Tobago se pusieron de pie y hablaron. –Lo que he vivido en estos últimos años me han hecho crecer como persona, he logrado un sueño que tenía desde pequeña y com oven, lo logré. Aún me falta. Falta mucha hormona y mucha fuerza de mi parte porque no ha sido fácil, pero lo lograré. Pero lo de hoy me va a marcar. Ha sido una experiencia terrible, no sé si justa pero como dijo mi mamá tengo un fresquito en el cuerpo jajajajajaja–. Ahora le tocaba el turno a Tobago. –Yo simplemente quiero decir gracias a la vida por traerme a Coromoto, aunque es un bruto y un animal, es el hombre que amo y sé que me ama. Ese tipo que dejamos colgado en esa casa nos hizo de alguna manera mucho daño a todos nosotros y nos seguirá haciendo daño. Lo que vivimos allá adentro no se lo deseo a nadie, pero igual que a mi morocha y mi mamá también tengo un fresquito.–



Seis meses después de la muerte de Tabay, los involucrados en la reunión de despedida continuaban con sus vidas.

 Guanta y Cubiro junto a un tren ejecutivo que maneja el holding de empresas que eran de Tabay y Coromoto, trabaja en conjunto con la comunidad y el estado proporcionando beneficios para todos. Guanta y Cubiro se casaron viven en una de las casas que dejó Coromoto. Viven con los hijos de Guanta y ahora espera un hijo de Cubiro.

 Coromoto sigue trabajando en una de las empresas de Guanta como jefe de Seguridad. Tobago está de asistente en otra de las empresas, Guanta no quiso que trabajaran juntos para evitar conflictos. Ambos viven junto a Bolivia, Icoa y Asuán en una casa grande que era de Tabay. Bolivia es la secretaria privada de Guanta.

 Icoa y Asuán montaron un negocio de sexo, pero no donde se explotan ni torturan a las mujeres. Es un local donde hay una tienda, restaurant una sala de espectáculos y  amplias cabinas privadas donde se ofrecen otro tipo de servicios. El local es diverso; hay espectáculos gays, lésbicos y heteros así que pueden ir en cualquier momento y utilizer todas las instalaciones cualquier tipo de persona. Icoa se trajo a sus amigas del próstibulo de Alemania y trabajan para ella con muy buenos beneficios. Ella sigue con su tratamiento hormonal y sus terapias con el psicólogo.

 Potro montó una empresa de seguridad integral. Vive con su hija que aún sigue rebelde y queriendo hacer lo que le dá la gana ahora que ya es mayor de edad. Se ha paseado por la empresa de su padre, acostándose con el primero que se le pase por el frente. Potro no ha podido frenarla, está consciente que no va a cambiar, solo espera que una vez que comience a trabajar cambien un poco las cosas. Está estudiando administración de empresas. A veces tiene pesadillas con sus padres y Tabay. Va al psicólogo.

jueves, 16 de enero de 2014

PECADO CAPITAL 7. Compostura


Domingo, 11 de la mañana. Catia ya estaba aburrida de estar tanto tiempo encerrada sin poder salir, ni siquiera iba a clases. Potro la tenía en cautiverio para protegerla de Tabay.



Ese día estaba sola y decidió escaparse en un descuido de Potro que había salido de emergencia sin cerrar las puertas. Tomó su celular y salió de casa sin rumbo, quería caminar, ver gente. Ya en plena ciudad, comenzó a caminar por un centro comercial, distraída viendo vitrinas. Fue a la feria a comer algo y compró un helado de postre que se lo iba comiendo mientras seguía caminando por los pasillos.



Al terminar el helado decide irse al baño. Justo antes de entrar, sale del baño de caballeros un hombre que tropieza con ella. Era Tabay. Ambos, al percatarse quien era cada uno, tabay la toma de la cintura, le tapa la boca y la mete al baño de hombres aprovechando que no hay nadie dentro.

La mete en un cubículo y saca una navaja –Gritas y te corto la cara. Quítate la ropa–.



Potro llega a casa y se da cuenta que su hija no está. Activa el GPS y la ubica por el celular, hace una llamada y sale de casa a toda velocidad.



Tabay estaba penetrando a Catia, ambos de pie, le tenía la navaja puesta en el cuello mientras la follaba pegada del cubículo. –Ahora te vas a venir conmigo, vas a vivir conmigo y te olvidas de Potro, que sé que te tiene escondida quien sabe dónde maldita perrita– Le dio un par de sacudidas más y acabó dentro de ella. Se vistieron y salieron del baño. Tabay la llevaba abrazada con la navaja a un costado de ella apretándola a su piel.



Bajaron al sótano donde estaba su carro estacionado y lo esperaban dos de sus escoltas. –¿Qué hacen aquí?– bastó que dijera eso y con un golpe lo tumbaron al suelo dejando libre a Catia. –Móntate en la camioneta azul que está más adelante– le dijo uno de los escoltas a la muchacha. Esposaron a Tabay, le colocaron cinta de plomo en la boca y una capucha.

Lo llevaron hasta la camioneta donde se encontraba Potro y Catia. Lo lanzaron en la maleta y arrancaron.



–Tú te vas a quedar aquí sin salir, te dije que era peligroso Catia.– ¿Qué van a hacer con Tabay? Preguntó la muchacha. –Eso no es problema tuyo mi amor, deja que yo me encargue de esto, quédate tranquila–Potro le acarició la mejilla, la dejó en la casa encerrada y se fue con los dos escoltas a un lugar donde se quedaría Tabay.



Ese mismo domingo Guanta, Orinoco, Icoa, Tobago, Coromoto, Falcón y Bolivia recibieron un mensaje de texto : < Este viernes 23 de agosto a las 10 am ven a la despedida de Tabay.  A las 9:30 am te espera una Van en la  plaza Miranda, te llevara al lugar donde será la despedida. Te daremos unas instrucciones apenas llegues. Tu vas a ser el protagonista de este final. Sé punctual, no puedes faltar>.



Lunes 2 de septiembre 4 de la tarde. Los vecinos de la urbanización no aguantaban el olor a podrido que salía de la casa abandonada que estaba cerca de sus casas. Decidieron llamar a los bomberos.



Cuando entraron a la casa, era imposible permanecer dentro mucho tiempo. El ambiente estaba impregnado de un olor a carne podrida que se pegaba en la piel. Al entrar al cuarto donde encontraron el foco del olor, se quedaron paralizados en la puerta.



Un hombre encadenado por los brazos y piernas, suspendido en el aire. Las cadenas estaba sujetas en la pared y ancladas en sus muñecas y tobillos. Estaba decapitado. Múltiples heridas abiertas en todo el cuerpo. No tenía los genitales. Los bomberos fueron por detrás del cadáver y en el ano tenía un objeto introducido, al parecer un bate que lo rompieron estando dentro del ano.



El cuerpo estaba hinchado y verde. Uno de los bomberos abrió una de las ventanas de la habitación para que circular el aire y fuera más soportable estar allí. Esperaban por la policiá científica. De repente el cuerpo comenzó a hacer un sonido mezclado con el ruido de la cadena. Un brazo se desmembró lo que hizo que el cuerpo se tambaleara y provocó que el otro brazo cediera y el cuerpo cayera al piso.

Los bomberos salieron de la habitación corriendo.



A pesar del fuerte olor, la habitación estaba impecable. Lo único que se encontraba ahí era el cuerpo de Tabay que ahora estaba tirado y derramando fluídos por el piso._
–Hace unos días escuchamos movimientos dentro de esa casa pero no le dimos importancia, siempre se escuchan cosas y además ahí se meten los borrachos y recogelatas que saben que la casa está vacía así que no nos pareció raro oir ruidos ahí…– Decía una vecina que estaba acompañada de su esposo y otra vecina que corroboraba lo que la otra declaraba.

martes, 14 de enero de 2014

PECADO CAPITAL 7. Nobleza


Orinoco se encontraba en la torre de la importadora de licores. Firmaba unos documentos cuando llega a su despacho el detective que contrató para vigilar a su esposa.

–Aquí esta todo la información que pidió y el perfil del hombre– dijo el detective. –Cubiro, 42 años, abogado, administrador y Director general de Global Security. Caramba si son clients nuestros esta gente…– dijo Orinoco cerrando el informe y le vantando el teléfono. –Salga de mi oficina y pase por caja a buscar sup ago, buenas tardes detective–.


–Los llamé para que liquiden a este hombre– les hablaba a los escoltas lanzándole el informe del detective. –Está con mi mujer en Margarita, a ella no le toquen ni un pelo. A él lo que quieran hacerle, pero lo quiero muerto. ¡Vamos! Salgan ya!.


Al día siguiente ambos escoltas estaban en la isla para empezar a seguir a la pareja y estudiar sus movimientos. Una noche siguieron a la pareja hasta un restaurant a la orilla de la playa en Juangriego. El restaurant estaba prácticamente solo y los escoltas se sentaron en una mesa cercana a la de la pareja pero apartada para no darse cuenta de ellos.

Media hora después se acercaron a la mesa hasta estar a lado del hombre. –Señora Guanta le voy a pedir por favor que se retire del restaurant, tenemos que hablar con este señor– Sacaron de sus sacos sus armas, Guanta se retiró lo más rápido que pudo, corrió hacia la playa.

Los escoltas levantaron a Cubiro de la silla y lo jalaron hasta el vehículo. –vamos a dar un paseíto pal infierno, pa que aprendas a no meterte con las mujeres ajenas–.

De repente aparece una sombra en la acera donde estaba estacionado el carro.

–Suelten al hombre–dijo el hombre armado. Los escoltas no hicieron caso y el hombre disparó dos veces, cada disparo fue a las cabezas de los escoltas.


–Coño, casi casi me iban a matar aquí mismo no joda, menos mal que llegaste Cubiro–Te dije que no iba a pasar nada chico, vamos a dejar a estos dos aquí, vamos a celebrar, pero antes vamos a mandar un mensajito al jefe Orinoco jeje– Tomó el cellular de uno de los escoltas y envió el mensaje: <El mandado está hecho, su esposa bien>.


Guanta y Cubiro se fueron de Juangriego rumbo a un restaurant de lujo a celebrar. Al falso Cubiro lo dejaron en su hotel.  Dos días después regresaban a Caracas.

Guanta llegó a casa, la trajo el chofer. –Hola mi amor–le dió un beso en la boca y Orinoco la tomó del brazo y la sentó a su lado.


“¿Dónde coño estarán los escoltas que no aparecen?” pensaba Orinoco mientras miraba a Guanta. –Ten mucho cuidado mi amor porque yo sé todos los pasos que das y a mi no me gusta compartir lo que es mío, ¿lo tienes claro? ¿te quedó claro que tú eres solo mía?–Si mi amor, tranquilo, estoy muy clara con eso, ya me dí cuenta de eso.– Guanta estaba nerviosa pero en ese momento no lo demostró, se quedó viendo a Orinoco a los ojos.


Orinoco desnudó a su mujer y él hizo lo mismo. Hicieron el amor como siempre; él se montó encima de ella, unos segundos moviendose y acabó se echo a un lado y se colocócerca de ella en su espalda y le habló al oído. –Cubiro te cogía mejor que yo ¿verdad?, pero tranquila que ya no lo hará más, buenas noches mi amor–.


Guanta cerró con fuerza sus ojos y apretó las sábanas, tragó grueso y no se movió. En la mañana volvieron a repetir. Guanta ya estaba asqueada.

jueves, 9 de enero de 2014

PECADO CAPITAL 7. Templanza.


<Si recibiste este mensaje es porque estás cordialmente invitado(a) a la despedida de Tabay, es una pequeña sorpresa para él y para ti cuando llegues al lugar de encuentro. Pronto recibirás las indicaciones. Saludos> Icoa –Trinidad cuando era hombre–recibió este mensaje en su móvil mientras organizaba con su novio Asuán su despedida de Alemania.



–¿Quién habrá mandado esto? Mira mi amor, lee–“Despedida de Tabay” eso está como raro…bueno ahora a enfocarnos en lo nuestro, luego averiguamos de que se trata–Le dijo Asuán a Icoa.



Planificaron desde hace varios días incendiar el mejor y más rentable prostíbulo de Sarrebruck, donde ambos trabajan hasta el día de hoy. Por varios dás fueron colocando pequeños explosivos en lugares estratégicos activados via remota para provocar un incendio tato en los cuartos donde tienen sexo las chicas y los clientes como en el bar, oficinas, cocina y baños. Ningún lugar quedará libre de incinerarse.



–Tranquilo que yo cuadré con ellas dos para que no fueran a trabajar, no iba a permitir que murieran, ellas me han apoyado y ya buscaré la manera de ayudarlas a salir. Igual le avisé al portero, tu amigo mi amor –Perfecto, mañana volamos esto en la madrugada y nos vamos al aeropuerto rumbo a tu país–.



Llegó la madrugada y ambos estaban en la distancia máxima donde tiene alcance el control que activa los explosivos simultáneamente. Todo un aparataje que Asuán consguió con amigos militares y policías que le debían favores. Tenían todo listo para activar y marcharse: maletas, coche y los pasajes.



–Esto que estamos haciendo me alborotó y mira como estoy– dijo Asuán señalando su abultada entrepierna. –Vamos a hacer algo, chúpamela y cuando esté justo para acabar activo el control, te acabo en la boca y nos vamos, quiero ver por unos segundos como arden estos malnacidos–Estás loco, no podemos perder tiempo–Anda házlo– y lo hizo, bajó el cierre del pantalón, sacó el pene de Asuán y comenzó a mamarlo con precisión, ya sabía como colocarse para introducirlo todo en su boca y no tener arcadas. Su boca iba y venía, el pene cada vez más rígido brillaba con la saliva y el reflejo de un poste de luz cercano. –Estoy a punto negra, estoy a punto–Icoa movía rápidamente su lengua dentro de su boca masajeando el glande de aquel enorme pene, Asuán esperó hasta último segundo antes de acabar y activó el control. Lanzó un grito estremecedor de placer y eyaculó inundando la boca de Icoa que lentamente iba tragando todo el semen mientras su novio disfrutaba viendo crecer el fuego en el local.



Desde hace varios días Asuán desactivó los aspersores de emergencia y los extintores. No había manera de controlar el fuego inmediatamente. Ica se levantó, se limpió a boca y su hombre se guardó el ahora flácido pene. Le dio un beso en la boca a su novia y se montaron en el coche rumbo a su nuevo destino.



En el prostíbulo todavía habían clientes y prostitutas que no se habían enterado del caos pese a los gritos. Muy pocos lograron salir con vida pero igual con quemaduras. La mayoría murió asfixiada y quemada, los que querían que murieran, lo lograron. El gran local se volvió una enorme bola naranja por el fuego, se consumió completamente gracias también a la ayuda de las bombonas de gas de la cocina que incrementaron el caos ya existente.



Unas horas más tarde Icoa y Asuán iban rumbo a América, a Venezuela. Esperando recibir notcias de la invitación que le llegó por mensaje de texto.

martes, 7 de enero de 2014

PECADO CAPITAL 7. Acción. Temporada Final


<¿Cómo te preparas para tu muerte?> Un mensaje de texto enviado 10 veces al celular de Tabay estando en su despacho trabajando. Intentó responder y el mensaje rebotó, llamó al número y no existía. –Ya me encargaré yo de averiguar quien es el pendejo o pendeja que manda esto– dijo mientras seguía firmando documentos.



***

Guanta llegaba a la torre de la importadora de licores junto a su esposo Orinoco cuando de repente ambos recibieron un mensaje al mismo tiempo en su cellular: <Si recibiste este mensaje es porque estás cordialmente invitado(a) a la despedida de Tabay, es una pequeña sorpresa para él y para ti cuando llegues al lugar de encuentro. Pronto recibirás las indicaciones. Saludos>.

–¿Qué sera esto Orinoco?–No lo sé…vamos a esperar el siguiente mensaje, de momento vamos a darle nuestra sorpresa a Tabay– la abrazó y le dio un beso a Guanta.



–Buenas tardes señora Guanta, pase adelente ya le informo al señor Tabay que ustedes están aquí–Entró primero ella mientras Orinoco esperaba en la salita.

–Coño mi amor ¿por qué no me avisaste que ya venías y te mandaba a buscar al Aeropuerto? ¿Cómo está mi suegra? ¿Tu familia?–Tranquilo mi amor te quería dar una sorpresa– se sonrió y agregó –más bien tres sorpresas–Uy ¿qué será?– Se acercó a Guanta y le introdujo la mano por debajo de la falda sintiendo que estaba sin ropa interior. –¿Me vas a dar esto ahora mismo?–

Guanta le dio una cachetada –No, algo mejor–Te me pones salvaje y altanera, eso me excita, ¿Cuál es la sorpresa?–Orinoco, ya puedes pasar–Tabay arqueó las cejas sorprendido al verlo entrar, no entendía que hacían juntos ambos. –Te presento a mi esposo Orinoco, por supuesto que lo conoces–Y yo Tabay te present a la nueva dueña de toda esta mierda– decía Orinoco en voz alta –Así que ya puedes ir recogiendo tus cuatro cosas que tienes en esta oficina porque ahora Guanta es la presidenta y tú estás en la calle–.



–¿Cómo es la vaina?, se te olvida que somos socios en esto–éramos socios tu vendiste tus acciones a una empresa fantasma…mmm chico tú creyendo en Testaferros, poniendo todo a nombre de terceros y mira…me las vendiste a mi a tu socio y ahora mi esposa es la dueña, ¿ella era tu novia, cierto?– Tabay se abalanzó hacia Orinoco pero este sacó un arma, sus escoltas entraron.

–Bueno querido, ya puedes ir despejando este despacho que a partir de hoy lo ocuparé yo, pero tranquilo tú puedes seguir trabajando para la empresa, podemos crearte un cargo aquí o en una de tus empresas, perdón, de las que fueron tus empresas; asistente, analista, supervisor tu avísame–. Tabay le soltó una cachetada a Guanta, lo que ocasionó que los escoltas lo inmovilizaran en el piso dándole patadas.



–Sáquenlo de aquí y lo ponen en la calle–dijo Orinoco. –Mi amor vamos a estrenar esta oficina, quiero hacerte el amor– “Dios mio, ¿hasta cuando tengo que aguantar esto? ¿Dónde estas Cubiro?, ven a rescatarme.” Pensaba Guanta mientras Orinoco la despojaba de su ropa.

La tumbó en el escritorio y, sin quitarse el pantalón sacó su pene entre el cierre y lo acercó  a la vagina aún sin lubricar, cosa distinta del pene de Orinoco que goteaba de excitación. Lo introdujo sin llegar a penetrarla por complete, tres sacudidas bastaron para que acabara sin ni siquiera poner caliente a su mujer.

–Dios, que rica la cuca de mi hembra, esta noche te doy más, quedé picado–Claro mi amor esta noche mejor, en la cama solos, tranquilos–le dió un beso en la frente y se vistió.



Ls escoltas pidieron un taxi para que se llevara a Tabay a su casa o a dónde él dijera.

–Malditos traidores, cabrones, me las van a pagar– En el camino intent retirar dinero de sus cuentas y de las tarjetas de crédito pero todo lo tenía congelado, no había menera de utilizer su dinero, que ahora era de Orinoco. Llegó a su casa. Se lanzó en su cama y se puso a pensar sobre su plan de ataque.



–Mi amor recuerda que la semana que viene me voy a Margarita a estar con mi familia, ¿vas a venir conmigo por fin?–Ya te dije mi reina que no puedo, ve tú ya tendremos tiempo de conocer a tu gente, eso sí te vas con uno de mis escoltas, no quiero problemas allá mira que no hay que inventar. Toma esta tarjeta para que te compres y me compres cosas allá ¿ok?–Claro que si amor, pero has lo posible y vente–No puedo cariño, no puedo, en otra oportunidad–.



“Perfecto, una semana disfrutando con Cubiro solos” pensaba Guanta. –Oscar, ven acá– le decía al escolta. –Tu vendrás conmigo al viaje pero ya sabes te vas port u cuenta a hacer lo que quieras yo corro con tus gastos, pero ni una palabra al jefe–Seguro señora, usted cuente conmigo que yo soy una tumba mientras me pague– le guiñó un ojo.


–Hola amor, ya todo está listo, salimos el lunes hasta el otro lunes, no sabes las ganas que tengo de volver a verte y estar contigo–Tranquila mi amor que pronto estaremos juntos y más temprano que tarde estarás libre de tu marido para casarte conmigo– le decía Cubiro que  parecía un quinceañero,no aguantaba la emoción de volver a estar con Guanta.

jueves, 2 de enero de 2014

PECADO CAPITAL 7. Recato. Temporada Final


Coromoto llevaba a su casa a Tobago, mientras iban hablando. –¿Pa’  que quieres hablar con mis papás?– Porque voy a pedí’ tu mano jejeje, te vienes  vivir conmigo y mis suegros tienen que saberlo, además es tu familia y tu familia también es la mia carajo y esos jefes mientras yo este contigo no les va a faltar nada y les tengo una sorpresa.–



Llegaron a la casa y Tobago abrió la puerta, estaba más nervioso que de costumbre. Bolivia estaba en la cocina preparando el almuerzo. Orlando, su padre, en el cuarto viendo television y gritándole a su esposa cosas que no se entendían. Bolivia al ir a saludar a su hijo vieron que tenían un moretón en la cara. –Mi amooor tanto tiempo sin venir a casa, ¿cómo has estado?–¿Qué te pasó en la cara? ¿Qué te hiciste?– Nada mi amor me caí limpiando la casa– al fondo se escuchó un fuerte grito. –COOOOOÑOOO NO JODA  ¿HASTA CUANDO TE VOY A REPETIR QUE ME TRAIGAS LA CERVEZA?– Orlando gritaba desde el cuarto.



Maldito hijo e perra le pegó a la doña” pensaba Coromoto mientras corría hasta el cuarto. Orlando estaba tirado en la cama con unos boxer puestos mirando la televisión y varias latas de cerveza y cigarros esparcidos en la cama.



–Coño ‘e tu madre ¿por qué no vienes y me golpeas a mi? maricón, te desahogas con una mujer– Lo agarró por el cuello, lo soltó y comenzó a golpearlo en la cara. Lo tiró al piso y empezó a darle patadas hasta que entraron  al cuarto Tobago y su madre. –PARA COROMOTO NO LO VAYAS A MATAR– gritaba el muchacho, pero Coromoto no lo escuchaba hasta que Tobago le lanzó una lata directo en la cabeza.



–¿Desde cuando le cae a coñazo este mal nacido doña?–Fue solo una vez joven–¿DESDE CUANDO?–gritó Coromoto –Desde hace más de dos meses casi todos los días…se la pasa borracho…–¡Puta! Pero dile porqué te pego ¿ah? ¡¡¡¡Te tiras a tu jefe zorra!!!!–Coromoto le lanzó otro golpe que le partió la nariz y lo dejó casi inconsciente.



–Recoja todas las mierdas de este cobarde doña y lo sacamos de la casa y yo me encargo de que no vuelva a molestarla–no lo vayas a matar mi amor por favor– le susurró al oído Tobago –Tranquilo mi negrito que eso no va a pasar, es tu papá, una basura pero tu papá–.



Unos minutos después Orlando salía con dos bolsas negras de la casa. Coromoto llamó por el celular  a un compinche del barrio. –Encárguense de él, pero no lo quemen, pero encarguense, luego cuadramos–.



–Bueno doñita, yo venía para hablar con los dos, pero bueno el pana recibió su merecido así que la sorpresa es pa usté’ y su hijo. Primero que su hijo se viene a vivir conmigo porque yo soy el macho que lo cuida y lo mantiene  y lo pone a gozá jejeje usté’ me entiende…así que viviremos juntos, peeero viviremos juntos los tres porque vamos a vivir en una quintota–¿Cómo que en una quinta?–dijo Tobago –Ah pues si, la casa era del curita que la compró con sus negocios de los que ya sabemos…me encargué de ponerla a su nombre doñita, así que esa casa es suya pero viviremos los tre y bueno si su otro hijo quiere, también, cuando regrese–.



–No sabré como pagarte lo que estas haciendo por nosotros Coromoto, gracias por todo. Pero igual tengo miedo de Orlando que se vaya a aparecer y nos haga algo.– Tranquila suegra que ese man no se va a acercar a usté’ lo hará pa firmá el divorcio y punto. Y no me debe nada, usté es familia mia y a la familia se le apoya– Terminaron de hablar, Coromoto y Tobago fueron al cuarto mientras Bolivia terminaba de cocinar lo que había dejado hace tres horas.



–Quiero hacerte el amor mi putico–le decía Coromoto a su novio. –Cógeme pues, estamos solos en mi cuarto–No me has entendido cabezón, te estoy diciendo que quiero hacerte el amor– Lo cargo hasta la cama y comenzó a quitarle la ropa. Suavemente iba besándolo por el cuello, bajando lentamente a su pecho hasta su entrepierna. Comenzó a chupar su pene hasta que tuvo una erección, le levantó las piernas y comenzó a chupar su culo abriéndose paso con la lengua, dilatando la zona. Una vez terminado comenzó a jugar con su pene suavemente entre las nalgas de Tobago.



El muchacho se estremecía y gemía tratando de no gritar para que su mamá no escuchara. Coromoto ya estaba listo para penetrarlo; lo hizo despacio, muy despacio. Una vez dentro de Tobago comenzó a mover su cadera hacia arriba y hacia abajo. Tobago no paraba de gemir y apretar las sábanas. Mientras lo tenía enetrado lo besaba profundamente. Sus cuerpos se fundieron entre el calor y la pasión que le ponía Coromoto al acto.



Bolivia se acercó lentamente hasta el cuarto y entreabrió la puerta. Los observó como  estaban ambos juntos disfrutando del sexo. Ella solo veía las nalgas de Coromoto, dos gluteoos redondos y grandes duros como rocas moviéndose con ritmo mientras su hijo no paraba de decir cosas. Bolivia tenía una sonrisa en sus labios. Los dejó solos. Al rato les gritó: –Muchachos vengan a comer–.



–Mi amor hoy ha sido el mejor sexo que he tenido en mi vida– le dijo Tobago. –Y esto solo es el comienzo mi putico, eres mio para toda la vida, te voy a amar hasta que me muera y te voy a proteger y cuidar a ti y tu mamá. Le dio un beso en la boca se puso el interior y salió al comedor a comer.


–¿Dónde me siento suegra? Coromoto cargaba un interior blanco ajustado que marcaba su enorme bulto. –Así no te vas  a sentar a comer, te vistes– Tobago se reía desde el cuarto.