sábado, 8 de noviembre de 2014

ARCHIVOS TRIPLE X: Sueños húmedos

Una noche un poco aburrida, decidí meterme a un chat. Ya casi la medianoche, estaba a punto de irme a dormir, cuando de repente recibí un mensaje instantáneo, alguien me saludaba, algo habitual para entablar una comunicación en este tipo de sitios. Por alguna razón decidí quedarme a hablar, algo me llamo la atención de él, quizás porque me pareció simpático y algo me atrajo a seguir hablando con él, quizas porque estaba sin ropa…no se.

Me puse a imaginar como sería el sexo con el chamo que acababa de conocer. Estando en mi cama en interiores, como sería su cuerpo desnudo junto a mi. Iba notando como el paquete de su pantalón iba creciendo, mientras él tocaba mi verga erecta por encima del interior. Le quité la camiseta y poco a poco le empecé a desabrochar el pantalón, mientras le acariciaba todo su torso con mi lengua y continué más abajo hasta llegar a su pene, mientras él acariciaba mi cuello, la excitación era máxima y poco a poco le fui bajando el inetrior y no pude esperar para empezar a acariciarle su pene con mi lengua y sentir como se iba poniendo más y más dura en cada momento.

Comencé a mamarlo poco a poco mientras el gemía y sujetaba fuertemente mi cabeza contra su pene, no quería que parara y nuestra excitación cada vez era más y más fuerte, hasta tal punto que nuestras vergas comenzaron a ponerse húmedas, como si en cualquier momento fuéramos a acabar. En ese momento me bajó el interior y mientras yo permanecía de pie junto a la cama, comenzó a mamar mi verga que ya estaba completamente dura y yo a punto de explotar, necesitaba sentirlo dentro de mí y que me hiciera gemir de dolor y placer.

Cuando me dí cuenta estaba tumbado en la cama boca abajo, mientras él estaba  encima de mí y me acariciaba el culo con su pene sin llegar a penetrarme, de repente sentí como entraba fuertemente dentro de mí. El placer que sentía era enorme, no paraba de entrar y salir, mientras me sujetaba fuerte las manos, yo sólo podía esperar que se viniera dentro de mi culo.

Cuando estaba a punto de acabar, me pidió que continuara mamando su pene y el hacía lo mismo y casi sin darnos cuenta, nuestros gemidos salían al mismo tiempo, comencé a sentir como salía su leche en mi boca y no pude parar; quería que aquello no acabara nunca.

Todavía con su leche dentro de mi boca, comenzó a besarme, esa sensación de besarlo mientras sentía el semen en mi garganta y su sabor mientras el me pajeaba, hizo que no parara de eyacular durante unos segundos muy largos.

Abrí los ojos y seguía frente al monitor de la computadora y toda mi leche esparcida en mi abdomen y teclado. Aquel chico ya se había desconectado y yo fantaseando.