lunes, 29 de febrero de 2016

MALAS INFLUENCIAS 5. El novio de Papá.


Ya habían pasado 15 días desde que Jack me besó aquella noche en la calle, no sé si era el mismo Jack que estaba en el Pullman, la borrachera no me dejaba pensar bien. Lo cierto que ese beso me dejó mal. Los mismos 15 días soñando con él, que tiramos en todas partes, viajamos, paseamos, pero no tiene rostro, no sé quién es, sigue siendo un misterio.


También 15 días sin saber de Jack y sin sexo y me estaba volviendo loco. Las vacaciones habían terminado, los gemelos en clases y yo en mis clases de ingles en las empresas y en los colegios. La semana de arriba comenzaría con las particulares incluídos los gemelos.

Yo volvía a estar en mi casa, aunque Humberto me pidió que me mudara con ellos definitivamente, lo estuve pensando.



Había llegado de dar clases desde la mañana. Eran las 2 de la tarde y estaba entrando a mi casa agotado, me quité la ropa y me tiré en la cama.

Sonó el timbre de la casa, vi por el ojo mágico. Era Jack, el corazón se me aceleró.

–Abre sé que estás ahí. -Esperé unos segundos, el cuerpo me temblaba. Abrí.

Cargaba una franela negra y un chaqueta de cuero también negra y el pasamontañas, de la cintura para abajo sólo tenía un interior blanco.

–Vine a cogerte.

–Te pierdes por tanto tiempo y ahora pretendes venir a cogerme.

–Si, lo estás deseando desde que me conociste. -Se quitó la chaqueta y la franela. Unos pectorales que parecían 2 montañas cubiertas de vellos rebajados. Su interior aguantando la tensión de un guevo totalmente erecto.

–Quítame el interior y mámalo.

Me agaché a mamar, no habían pasado ni 3 segundos y me levantó, me bajó el pantalón y me volteó. Me penetró, fue tan rápido que el dolor lo sentí segundos depués, comenzó la embestida, cuando iba el tercer empujón me vine.



Brinqué de la cama con la respiración agitada y sudando, miré para los lados y luego a mi entrepierna, tenía el interior y mi guevo manchados de semen, acabé un chorro, aún mi güevo estaba parado y el corazón acelerado. Vi la hora, eran las 3:30, me duché y volví a vestirme, tenía que buscar a los gemelos en las clases de natación y llevarlos a su casa.



–Mijo estabas perdido, si no es así ya no nos vemos. -Decía Abel.

–Deja la tontería, estaba en miles de vainas, organizando las clases de inglés y las suyas para empezar la semana que viene.

–Que ladilla, otra vez -Dijo Cáin. –Mira, nos tienes unos cuentos pendientes ahí, unas tiradas que tuviste.

–Si, si, si cuenta cuenta.

–jajajaj ok, vamos a comer algo y les cuento.



Llegamos a un local de hamburguesas en Altamira, pedimos 3 con unas merengadas Oreo® y agua mineral para pasar aquel engrudo luego. Les conté primero lo del paramédico.



–¿Quééé? ¿Transexual?  ¿Con rolo e tetas y un pipí colgando? Que asco.

–jajaja noooo, transexual hombre, era mujer, tiene cuca. Peluíto y papeaíto.

–¡Diooooos que morbo! Lo mejor de dos mundos en un cuerpo.

–¿Y a ti desde cuando te gustan las mujeres? -Le preguntó Abel a Caín.

–Nunca, pero me da curiosidad, debe ser excitante eso, ¿qué tal te fue con el tipo?

–La verdad que fue como raro pero lo disfruté, me lo cogí por ambos lados, estuvo bueno.

–Que asco, una cuca que parece un mejillón húmedo todo el día, asco, asco.



–Bueno, el otro tipo fue un cura, el del bautizo.

Dije cura y Abel se le dilataron las pupilas y le hirvieron las homonas. Cuando le conté lo que hicimos no paró de hablarme.



–Preséntame al cura, anda, llévame, siempre me ha dado morbo que me coja uno con la sotana puesta. Llévame, me ofreces así como una virgen para que la desfloren.

–Ay Abel que marica eres –Dijo Caín.

–Jajajaja no te voy a llevar todavía, cuando seas mayor de edad, ya bastante tiene con que tire el hombre y ahora se coja a menores.

–Ay si, seguro ya lo ha hecho, lo que pasa es que no quieres llevarme para que no me coja a mi y te coja a ti.

–No seas bobo Abel.



Llegamos al edificio y subimos al apartamento.

–Yo me voy a duchar que huelo a cloro. -Dijo Caín.



–François, siéntate aquí, quiero hablar contigo.

Abel se puso serio y eso me preocupó.

–Yo sé que te pido que me cuentes tus aventuras sexuales y me gusta oirlas, pero me da celos, cuando las oigo me entra una arrechera, porque quiero que todas esas aventuras fueran conmigo -una pausa dramática que cortó con algo contundente­–Tú me gustas, más bien, estoy enamorado de ti…yo sé que tú eres muy puto y yo también pero no sé, yo puedo cambiar si tu acepataras…

–¿Empatarme contigo? Ya va Abel, escucha, -Cuando volteo hacia la escalera está Caín sentado en un escalón escuchando, me hace un gesto con el dedo que no diga que está ahí –Primero tienes 16 años, ahora es que te falta conocer gente, tirar y enamorarte, no estás enamorado de mi, tú lo que tienes es una admiración, una emoción conmigo pero no estás…-Me cayó con un beso en la boca que duró varios segundos.

–No hables de lo que no sabes. -Me hablaba a escasos centímetros de mi boca.

–Eres un carajito y menor.

–Ya me has cogido, no sé a que viene ese razonamiento.

–Abel ya lo hemos hablado y sabes que no me gustan las relaciones de pareja.

–Estás enamorado de Tomás.

–No vale, Tomás es mi amigo.

–¿De mi papá?

–No, tu papá es el mejor hombre que he conocido, pero no estoy enamorado de él.

–Entonces es el tipo ese misterioso que te persigue, te protege.



Me quedé callado, mi silencio me delató. –No sé de que hablas.

–Te quedaste mudo, te gusta ese tipo, claro es todo grande fuerte, te cuida y yo no tengo nada de lo que tiene ese tipo, ni siquiera madurez. –Se le agüaron los ojos a Caín que se acercó donde estábamos.

–Vengan acá muchachos, coño, yo los quiero mucho, son mis hermanitos menores, no jodamos esto que tenemos.

–¿Nunca nos vas a abandonar? -Me preguntó Caín viéndome a los ojos, al verlos a los dos juntos como dos gotas de agua, exactos, me conmovió, se me hizo un nudo en la garganta.

–Vamos a jugar un rato PlayStation®.

–Lo voy poniendo -Dijo Caín.



–Yo sé que soy un carajito, pero quiero que tengas claro lo que siento por ti. No le respondiste a Caín si nos ibas a dejar.

–Yo siempre estaré con ustedes, no los pienso dejar, vamos a subir y a distraernos

-Nos levantamos y Abel me tomó del brazo.

–Abrázame. –Lo abracé y Abel se puso a llorar, yo también. Subimos



Ya en la noche luego de estar jugando por casi 4 horas, cenamos y nos preparábamos para ir a dormir,

–¿Puedo dormir contigo esta noche? -Me dijo Abel, yo miré a Cían y movió la cabeza aprobando y sonrió. Sé lo que Caín también siente por mi pero no quiere ver sufrir a su hermano, pero no hacemos lo correcto para evitarlo.



Humberto aún no llegaba, pero me envió un mensaje.

–<Avísame cuando estén todos acostados, voy con Arlindo a la casa pero no quiero que lo vean>

–<Ya te puedes venir, ya estamos en cama>

–¿Quién te escribe a esta hora?

–Tu papá, que viene en un rato.



Abel se desnudó y se metió en la cama, me abrazó pero yo no quería responder el abrazo pero mi guevo no me paró bolas y se despertó.

–Hazme el amor François.

Bastó que dijera eso y me volteé para hacer lo que me pedía. Tomé un condón y lubricante. Frente a frente me acosté sobre él separándole las piernas y comencé a meterlo.

–Estoy enamorado de ti.

–Eres un carajito muy especial, no quiero hacerte daño, lo que quiero es protegerte.

–Hazme el amor y no hables, métemelo todo.



Cuando ya lo tenía todo adentro, Abel se retorcía de placer, gemía, apretaba los ojos, con su mano se aferraba a la sábana y de repente se puso a llorar, pero no era un llanto, simplemente las lágrimas le corrían mientras disfrutaba el sexo. Verlo así me bajó el guevo.

–No puedo seguir, verte así no puedo Abel, disculpa. -Me apartó echándome a un lado y se volteó para dormir.



Una hora después llegaba Humberto, escuché la puerta. Al minuto toca mi puerta y entra, Abel se había ido a su cuarto.

–Ya llegué, estoy con Arlindo.

–Ok, ¿él sabe que estoy aquí?

–No, no, no quiero espantarlo.

–Ah ok, bien, vas bien ocultándole cosas desde el principio.

–Hablamos en la mañana.



A las 4:30 de la mañana Abel sale de su cuarto y escucha  ruido en el cuarto de su papea, acerca el oído a la puerta y oye al papea hablando, se ima gina que etá conversando por el celular. Baja con cuidado las escaleras y va a mi cuarto.



–¿Me puedo acostar un rato aquí?

–No sé porqué te fusite, vente – se vino al lado mio y nos pusimos de lado abrazados.



Humberto le dice a Arlindo que se vaya el primero, que la puerta de salida la dejó abierta para que saliera sin hacer ruido.

–Parezco un carajito huyendo, bueno parecemos. ¿no podemos hablar claro con tus hijos?

–Ya hablaré con ellos, vete ahora.



Abel se levantó un momeno para ir a la cocina a tomar agua. Arlindo bajaba las escaleras descalzo, cuando tocó el piso vio la luz de la cocina encendida y alguien saliendo, Abel enciende la luz del comedor y lo ve.

-¿QUIÉN ES USTED? ¿QUE HACE AQUÍ?

–Shhh shh shh soy un amigo de tu papá.

–Epa, tú eres el tipo de la marcha gay el exjefe de François.

A Arlindo se le caen los zapatos y Humberto sale del cuarto y baja las escaleras.

–¿Qué pasa aquí?

–Eso es lo que pregunto yo. -Dijo Abel, Caín salío de su cuarto.

–¿Qué es ese ruido? ¿Papá? ¿Quién es este tipo?

–Caín míralo es el oso del camión que le cayó a latas a François y mi papá durmió con él.

–Bueno carajitos ¿qué vainas es? –Dijo Humberto y aparecí yo.

–¿François?

–Mierda -dijo Humberto

–¿Ustedes se conocen?

–Si.

–Aja mi papá y François se tiran al mismo tipo.

–ABEL  CIERRA LA BOCA -Dijo Humberto

–Es verdad, los dos son unas putas y ahora se comparten los machos

–Abeeeeel -le dijo Caín. Humberto agarró por el barzo a Abel y lo haló.

–Lo que haga con mi vida es mi peo, ya estoy bastante grande, ¿entiendes?

–Pues vaya ejemplo que nos estás dando.

–¿Pero que vas hablar tu niñato que te tiras a François.

–YA VA POR FAVOR, VAMOS A CALMARNOS -Les dije –Abel ve a tu cuarto.

–Yo mejor me voy de aquí, que esta familia es medio rara y retorcida.

–Ya va Arlindo, espera.

–No, no, no Humberto, tú tienes pinta de que te tiras a tus propios hijos. –Abel, Caín y yo miramos a Humberto.

–Hey, hey, hey no, no, no ¿qué es eso? Arlindo por favor.

–Hablamos en otro momento.

Se fue de la casa y todos nos quedamos petrificados.

–No se me había ocurrido eso de tener sexo con mi papá -Dijo Abel

Humberto lo vio con cara de pocos amigos pero también se lo había imaginado. Yo enloquecí con la imagen. No se habló del tema en los siguientes días.

jueves, 18 de febrero de 2016

MALAS INFLUENCIAS. Conociendo a Jack.


Me senté en la barra del Pullman y pedí un vodka con naranja. Eran las 7 de la noche así que todavía no estaba full, la gente que había eran los recien salidos del trabajo, algún motorizado y uno que otro que no tenía más nada que hacer y entró ahí, como yo.


Se me acercaban algunos a sacarme conversación pero en mi mente solo estaba Jack, su mamá, Eduardo, el negro que estaba con él, el abogado, Susana y su hermano Sergio. Todos dando vueltas en mi cabeza y ya iba por el tercer vodka, entre la gente que llegaba y la música que comenzaba a animar el ambiente, se hicieron las 9 de la noche. Terminé el trago y me fui al baño. Orinando se acercó alguien, era un conocido de la vida, me saludó y conversamos mientras orinaba.

–¿Estás solo?

–Si, vine a beber un poco y relajarme y quiero seguir solo, no quiero compañía.

–Vale, vale, bueno hablamos en otro momento.



 Me volví a sentar en la misma silla y pedí mi cuarto vodka. Un hombre moreno y algo musculoso se sentó a mi lado.

–Esto está aburrido ¿no?

–Seeeh – Le dije y volteé a verlo bien. –Yo te conozco de algún lado -Le dije.

–Nos vimos en el consultorio del psicólogo.

–Aaaah es verdaaad, que me viste el guevo cuando meaba. ¿Y sigues casado? Jajaja

–Jajajaja ahí voy, estoy escapado quería divertirme un rato, a pasarla bien y tomar algo y que bueno que te encontré.

–Podemos divertirnos de otro modo y en otro sitio. -Le puse la mano en la pierna y la moví hacia su paquete, él me retiró la mano.

–Tranquilo, no voy en busca de eso. Cuéntame, ¿qué tienes? Tienes cara de pocos amigos.

–Bueno, me acaban de rechazar para un polvo, mi papá empatado con una tipa que encima que es una puta se quiere aprovechar de él y no quiero que jodan a mi papá.

–¿Y no crees que tú papá esta grandecito para que haga lo que quiera?

–Si, lo que no quiero es que caiga como un guevón.

–Deja que él solo se de cuenta.

–Y también estoy metido en un peo arrecho, me involucré accidentalmente en unproblemón y ahora no sé como salir.

–¿Y qué te pasó?

–Noooo, eso no te puedo contar, sólo puedo decirte que alguien me vigila y me cuida que no sé quien es , porque no le he visto la cara pero lo he tenido cerca.

–Tu vida es una película.

–Si pues, lo arrecho es que el tipo me da morbo, fantaseo con él pero es un…

–¿Un qué?

–Un…guevón que no da la cara. Pero verga tengo unos sueños con el carajo, que me coge y me lo cojo.

–Eres versatil.

–En la cama soy lo que quiera la gente. –Estaba a punto de pedir  mi quinto vodka pero primero me levanté al baño.

–Mira, no me has dicho tu nombre, yo me llamo François. –Le di la mano tambaleándome.

–Jack, mucho gusto

–Ya regreso Jack que me meo. –Caminé unos pasos y caí en cuenta que se llamaba Jack, JACK, JACK, JACK  me volteé y ya no estaba el hombre, pero me estaba orinando y fui al baño. Me sentía mareado.

Maaaarico me caí a  palos con Jack y no me fijé en él, el tipo que me tiene mal y yo de aguevoneao no me fijé.

–Chamo estás hablando solo.

–Cállate la boca mamaguevo, yo hablo con quien me dé la gana.

–Tranquilo pana, relájate.



Salí del baño y fui a pagar mi cuenta, tenía que irme pero no podía manejar así, el local estaba full y salí para la calle.

–¡Móntate! Te llevo, así no puedes manejar.

–Cooooñoooo, mi Jack  no se fue, te vi la cara hoy y no me acuerdo.

–No sé de que hablas. -Me haló de la chaqueta montándome en la moto y arrancamos.



Fui todo el trayecto abrazado a Jack su cuerpo era perfecto aunque no lo había visto. Llegamos.



–Eres un imbécil. Te tuve al lado y te pusiste misterioso y no bebiste conmigo.

–No sé de que estás hablando, dame las llaves de tu carro.

–¿Por qué no me das la cara? Bueno ya me la diste, estabas a mi lado en el Pullman.

–Tú no sabes nada mí.

–Quítate ese casco y dame la cara. –Intenté quitárselo y me agarró el brazo doblándomelo hacieendome caer al piso.



–No vuelvas a hacer eso.

–¿Por qué? ¿Me vas a matar a mi también como hiciste con Susana y quien sabe cuantos más? -Me levantó del piso y se quitó el casco, yo tenía la visión borrosa pero vi que tenía un pasamontañas  solo se le veían los ojos y la boca. Me agarró con fuerza del saco y me dio un beso en la boca.

Aquel beso fue interminable, un beso bien dado, un beso con pasión con una lengua juguetona, mordió la mia, mordió mis labios, volvió a besarme y luego se separó pero solo escasos centímetros de mi boca y me habló.

–Cuando yo quiera sabrás de mí, no antes. Ve a acostarte y pasa la borrachera. Te vuelvo a conseguir borracho en algún sitio y te quito la rasca a golpes. -Me soltó, se puso el casco, se montó en su enorme moto y arrancó, como siempre, a toda velocidad y me dejó ahí en el edificio de Humberto.

miércoles, 17 de febrero de 2016

MALAS INFLUENCIAS. Conociendo a mi nueva madrastra.


Luego de volver a tirar con el cura, tuve que irme corriendo para el almuerzo del Bautizo, menos mal que era ahí mismo en La Lagunita.


Carlos me dio su número y me dijo que no me perdiera. –Quiero ponerte unas penitencias por lo malo que has sido -Me dijo. Ese cura me daba mucho morbo.



Llegué a la casa y apenas estaban repartiendo los pasapalos y las bebidas así que me mezclé entre la gente y luego saludé a mi amiga.

–No pude saludarte antes por el gentío, pero ya al fin lo logré jeje felicidades a ambas, que bella está y tú también.

–Gracias Françcois y gracias por venir, mira te presento a mi esposo.

Un tipo un poco más alto que yo, comerciante de 35 años, un oso como Dios manda, fuerte y pelúo.

–Mucho gusto François.

–Encantado, Esteban. –Me apretó la mano y me miró a los ojos. No me soltaba la mano y se sonrió. –Si eres amigo de mi esposa también lo eres para mi, estás en tu casa, bebe y come lo que quieras.

–Gracias Esteban.

–Bueno los dejo que voy a tomarme las fotos, luego vienes cariño.



Me quedé solo con Esteban y pasó un mesonero con vino, él tomó 2 copas y me dio una.

–Vamos a brindar porque estás aquí y porque en un rato te voy a echar una cogida de las buenas.

–¿Ah sí? ¿ y que te hace pensar que soy gay?.

–Estás encarpado. Y tu mirada me dice que eres bien putica.

–Tienes visión 20/20.

 –Luego te busco, voy a charlar unas cosas de negocios. Recorre la casa para que me digas luego donde quieres que te coja.

Un tipo osado tomando en cuenta que está en la fiesta de bautizo de su hija, en su casa y con su esposa y más de 50 invitados. Me puse a recorrer la casa, era grande, la decoración estaba entre el mal gusto y los años 80, pero creo que era por parte de él, mi amiga no la conozco con ese gusto. Tiene piscina y amplio jardín.



–Esta casa se la compré a los Larrazábal, los dueños de Caruao. –Me dijo Esteban que me dio un susto.

–Ah que bien, muy bonita la casa.

–La decoré yo para cuando me casara. Mira esa casa ahí, todavía no la estoy usando pero adentro hay una cama. Entra por esa puerta y la primera habitación te metes y me esperas desnudo pa echarte una cogida.

Entré a la habitación, estaba prácticamente vacía y tenía un fuerte olor a humedad. Miro al piso y veo un carnet de empresas Caruao “Keiny Chacón” –Qué lindo este carajito, pero este carné es de hace añales, ¿desde cuando estará esto aquí encerrado? –Suena el celular, un mensaje de Jack.

–<Estás metido en la boca del lobo, no sé como te las arreglas para estar en los sitios equivocados> -Cuando voy a responder llega Esteban.

–Ya estoy aquí, coño papá te dije que me esperaras desnudo.

–Me distraje con algo.

–Quítate todo que no tengo mucho tiempo. –Me desnudé, cuando me estaba quitando el interior me metió el dedo en el culo.

–¿Estás limpio?

–Supongo, esta mañana me cogieron.

–Así me gusta bien zorra. –El tipo se quitó la ropa, era un hombre macizo lleno de pelos, algo que me vuelve loco, su pene no era enorme pero si grueso y ya lo tenía duro.

–Mámalo un ratico.

–Menos mal que soy activo, porque tienes una verga demasiado grande. Quiero reventarte ese culo. Ponme el condón. –Me estaba ladillando este hombre, me sentía una Geisha recibiendo órdenes. Le puse el condón y me escupió el culo.

Cuando puso la cabeza de esa compota en mi culo se le bajó y no pudo meterlo. –Mámalo ahí, se me bajó.

Volvió a ponerse duro  e intentó de nuevo; lo mismo. –Coño que vaina, con las ganas que tengo de cogerte, mámalo -Que ladilla con el tipo este.

Otra vez rígido y esta vez comenzó a meterlo. –Coño, coño, coño.

–¿Qué paso? –Le dije.

–Me vine, ufff tienes ese culo rico y caliente.

–¿Entonces?

–Ya pues, te cogí.Vamos a vestirnos –Que tirada más gris…en mi vida me había abrurrido tanto.

Cambié el tema. –Pero esta casa es enorme para ustedes 3 ¿no?

–Bueno, lo que pasa es que me la regaló mi hermano que en paz descanse, él era exagerado y botarata con el dinero. Hace unos meses lo mataron, el día de su boda.

–¿Ya va, tu hermano era abogado?

–Si.

–Yo estuve ahí en esa fiesta cuando lo mataron.

–Al parecer un sicario que nadie supo quien fue, pero testigos que estaban afuera esa noche vieron a 3 sujetos involucrados, uno que fumaba en la entrada, otro esperando en la moto y el que dio los tiros, se esfumaron y nadie supo de ellos, al parecer apareció muerto uno de ellos pero nunca se supo en realidad quein mató a mi hermano, el que dio los tiros me refiero. Mi hermano tenía muchos enemigos.



Yo me estaba poniendo nervioso y ya había entendido el mensaje de Jack.–¿Y para que me cuentas eso? No me conoces.

–Me caiste bien

–Yo no te vi en la boda de tu hermano, ¿estabas ahí?

–No, yo estaba de viaje y no pude asistir. Mira ya se me paró de nuevo, ¿quieres otra cogida?

Sonó la puerta. –Cariño cuando termines ahí ven al jardín para las fotos tuyas.

–VOY.

–¿Cuándo termines ahí? Tu mujer sabe lo que…

–Ay ay ay le dije que estaba en unos asuntos aquí en la casita, deja los nervios. Vámonos, salgo yo y luego tú.



Salgo y reviso de nuevo el celular  y le respondo a Jack.

–<Este tipo es el hermano del abogado que mataron el día que me secuestraron.>

–<Si, aprovecha que estás ahí y entra a su despacho, busca algunas carpetas que tenga fotos y un dvd. En esas fotos sales tú, es la única copia que existe, deshazte de  esa carpeta.

–<¿Cómo voy a saber  donde buscar?>

–<Simplemente busca>.

Los nervios me paralizaron pero entré a la casa y pregunté a la servidumbre cual era el despacho. Entré y comencé  a revisar las carpetas que ahí estaban, no encontré nada. Abrí las gavetas, revisaba, estaba nervioso, las cosas se me caían de las manos, trataba de dejar todo donde estaba. En eso escucho la puerta abrirse, me levanté.



–¿Qué haces aquí? -Era Nuria, mi amiga.

–No, nada que tu esposo me dijo que visitara la casa y me metí aquí pero me perdí.

–Es raro, mi esposo no deja que nadie entre aquí, ni siquiera yo puedo entrar, pero te vi hacerlo. Yo sé lo que buscas.

El corazón se me aceleró de una manera que pensaba me iba a dar un infarto. Cerró la puerta.



–Hace unas semanas Esteban trajo una carpeta con las copias de la seguridad del local donde fue la fiesta de mi cuñado  dijo que ahí se veía claramente la cara de uno de los asesinos. Es una carpeta roja. No sé que contiene, pero creo que en las fotos sales tú. Un amigo tuyo, Jack me escribió para alertarme. Yo sé que tú no fuiste François y sé que mi esposo es otro mafioso como mi cuñado, en cualquier momento lo matan pero yo tengo asegurado mi futuro y el de mi hija.



Se acercó al escritorio y debajo de varias carpetas sacó la carpeta roja. –Toma, revisa y destrúyela.

La revisé y efectivamente se vé mi cara, pero Esteban no me había reconocido ¿o sí?

–Me voy de una vez, gracias Nuria y cuídate.

–Cuidate tú François, esta gente es peligros,a, despídete de Esteban.

Dejé la carpeta donde estaba y las fotos más el dvd, me los metí en el saco.



Salí de la casa y afuera estaba aquella moto enorme que ya había visto.

–Dame lo que tienes y lárgate de aquí.

–Jack, ¿no irás a matar a este hombre? –Le entregué las fotos y el dvd. –Tengo algo que contarte de tu mamá.

–Tú no sabes nada de mi mamá, vete de aquí. –Aceleró y se perdió de vista en segundos. Me quedé paralizado unos segundos y luego me fui a mi carro.



Recibí un mensaje de mi celular.

–<<Hijo, ¿cómo estás? ¿qué estas haciendo?, Ven a EL ALAZAN  que quiero presentarte a mi novia>>

Era lo menos que quería hacer conocer a otra conquista de mi papá, pero necesitaba hacer algo distinto. Por primera vez estaba temiendo por mi vida a pesar de Jack cerca. Me fui al restaurante.



Entré y mi papá estaba en la barra con la mujercita, al acercarme todo el susto, la adrenalina y la rabia la vomité ahí.

–TU ESTAS EMPEÑADA EN ACOSTARTE CON TODOS LOS HOMBRES QUE TENGO A MI ALREDEDOR

–¿Ustedes se conocen?

–SI PAPA, ESTA ZORRA  ESTUDIO CONMIGO EN LA UNIVERSIDAD Y ES UNA SOBERAN PUTA, ASI TE LO DIGO SIN ANESTESIA.

–¿François puedes bajar la voz? y respeta a Laura.

–¿QUE LA RESPETE? PAPA ESTA TIPA TE ESTA CHULEANDO, LO QUE QUIERE SON TUS REALES Y MIENTRAS, SE ACUESTA CON OTROS CARAJOS DE SU EDAD, CON DECIRTE QUE SE QUISO ACOSTAR CONMIGO QUE SOY GAY. SEÑORES ESTA MUJER QUE ESTA AQUÍ, MIRENLA ES UNA PUTA, CUIDADO Y SE LA TROPIEZAN, LO QUE BUSCA ES PLATA MAS NADA.

–FRANÇOIS YA ESTA BIEN, DEJA YA DE GRITAR -Laura estaba llorando y con la cabeza incrustada en la barra, no decía nada.

–NO ME DA LA GANA PAPA, ABRE LOS OJOS, ESTA ES OTRA BICHA QUE QUIERE SACARTE LOS REALES –Por primera vez en mi vida mi papá me lanzó un golpe que me tiró al piso. La gente se levantó de las mesas, el encargado del restaurante nos sacó a los tres de ahí. No le dije más nada a mi papá y me monté en mi carro y me fui a un bar gay a beber.



Terminé en el Pullman.