martes, 17 de enero de 2017

A QUE NO TE ATREVES 10. Capítulo 7


Las cosas a veces no salen como se planifican.



Mientras Darío estaba inmerso en una depresión luego de regresar de su maltrecha luna de miel y sin saber mucho de Rogelio, este estaba feliz con Franco viviendo juntos desde hace varias semanas. Se decidió rehacer su vida con la persona que no le ponía condiciones ni trabas para el amor y ser feliz.



–A veces quisiera llamar a Darío y saber como está, no porque siga enamorado de él, es que somos amigos desde pequeños y no quiero perderlo. Hemos vividos muchas cosas juntos y lo está pasando mal, su familia no lo quiere luego de enterarse que era gay, su divorcio que no termina de salir y bueno, está solo.

–Sabes que yo te apoyo en lo que hagas y nunca he estado en contra de que veas a Darío, más bien te animo a  que lo hagas, sé que es alguien importante en tu vida por todo lo que me has contado. Si él no quiere acercarse a ti, házlo tú.

–Tienes razón, en estos día lo llamaré para vernos.



Darío había salido de su apartamento rumbo al edificio donde vive Carmelo, no podía esperar a tener noticias y presentía algo malo.



Cuando entró al aparatmento luego de sortear a los policías, quedó petrificado; Bertha tumbada en el sofá desnuda con una herida abierta en el bajo vientre, cubierta de sangre, con las piernas y brazos abiertos, una mesa ensangrentada donde estuvo acostada la bebé también llena de sangre con restos de placenta y el cordón umbilical.

Carmelo, unos segundos antes de que le dispararan, movió su brazo con el bisturí en su mano y con un moviemiento rápido se cortó el cuello pero igual la policía abrió fuego impactando 6 balas en su cuerpo.

Tumbado en el piso boca a bajo, un gran charco de sangre lo rodeaba.



Los policías ayudaron a Darío a sentarse para que se le pasara el mareo. Ver todo eso le bajó la tensión.



Dio algunas declaraciones a la policía para luego irse en la ambulancia con la bebé que sumado al trauma que pasó, era prematura.

Mientras iba con la bebé le tomaba su manita, no podía aguantar las ganas de llorar.

–Se va a poner bien, cuando llegue a la clínica le daremos todos los cuidados necesarios. –Le dijo la paramédico.

–Gracias. -Fue lo único que pudo decir Darío



Al llegar a la clínica y hacer todo el papeleo del ingreso, tomó su celular  y aún con lágrimas en los ojos marcó el número de la única persona con la que podía contar.

Se fue al laboratorio a buscar información y bajó de nuevo.

En el pasillo estaba Rogelio.

Se vieron y se abrazaron, Dario comenzó a llorar de nuevo y Rogelio no pudo evitar hacer lo mismo.



–Gracias por venir, te necesito tanto Rorro.

–Ya, ya tranquilo, cuéntame ¿que pasó?

Le contó la tragedia que había ocurrido en el apartamento de Carmelo con el trágico desenlace de ambos muertos.

–¡Por Dios! Ese hombre estaba enfermo.

–La policía me dijo que tenía varios muertos encima y practicaba la necrofília con cadáveres de la morgue y en el cementerio.

–Que asco…¿Cómo está la niña?

–La están atendiendo y monitoreando.

–¿Te vas a quedar con ella verdad?

–Es lo único que tiene en la vida, no pienso dejársela a mi suegra que es otra loca.

Hubo una pausa en la conversación.

–¿Sigues con Franco?

–Si…vivo con él, me mudé hace 3 semanas luego de pensarlo mucho, pero creo que ha sido una excelente decisión.

Darío lo vio a los ojos. –Decisión que yo jamás tomé y ahora por idiota estoy solo, sin tí, esto que me pasa me lo merezco. Te perdí.

–No hables así, tenías que pasar por esto, ahora ya estás en otra etapa, diste el paso al introducir el divorcio, lamentablemente o afortunadamente Bertha murió, ahora tienes que tomar las riendas de tu vida, la verdadera.

–Me alegro que estés bien con Franco, te mereces todo lo bueno Rorro.

–Gracias mi amor. Franco y yo pensamos casarnos en Argentina, nos regresamos pero eventualmente nos mudaremos para allá.

–Eso que me dices me quema por dentro y me da rabia porque pude haber sido yo y lancé todo al traste por las apariencias, pero me alegro y los felicito por ese gran paso.



15 días después cuando le dieron de alta a la bebé, Darío retiró los resultados de unos exámenes que se había hecho, ya estaban listos desde hace días pero no los había buscado.

Abrió el sobre y sacó el papel.

–No entiendo estos cómputos y porcentajes doctor.

–A ver. Mire lo que pone aquí. Usted y la bebé tienen un 99% de efectividad, eso significa que usted es el padre de esa hermosa niña.

Darío se le llenaron los ojos de lágrimas, le temblaban los labios, miró al doctor.

–Felicidades papá. ¿cómo se va a llamar su hija?

Dario se quedó unos instantes callado, sintio un leve frío que pasó por su cara y brazo, a lo lejos vio pasar a Bertha sonriendo y con gesto de aprobación desapareció.

–Alba, se va a llamar Alba.





3 meses después…

Alba no paraba de llorar, Darío no hacía más que ver el reloj, veía a la gente que esperaba hasta que aparecieron Franco y Rogelio.

–Coooooño, ¿dónde se habían metido? El cura ya anda arrecho.

–Perdón, perdón, fue mi culpa me equivoqué de Iglesia, dimos un vueltón, pero ya estamos aquí los padrinos.

Se acercaron las madrinas; la mamá de Bertha y una amiga de Darío



Ya en el desayuno del bautizo cuando Darío se quedó con Franco y Rogelio, hablaron con más calma.

–En un mes nos vamos a Argentina y quisiéramos que tú fueras nuestro padrino o testigo.

–¿Y me lo dicen ahora? Me tengo que poner a buscar pasaje y…

–Toma, no pensarás que te íbamos a poner a correr.

Darío se rió y abrazó a Franco y a Rogelio.

–Te tengo otra noticia, soy gerente regional de los locales de este estado y ya hablé para  comenzar a tramtar mi traslado a la empresa en Argentina en alguno de los locales que están allá, pero eso será dentro de un año.

–Yo también les tengo una noticia. En seis meses el bufete se muda a Panamá y me voy con ellos, hay una alianza con un despacho de abogados de allá y bueno la firma crece. Me voy con apartamento y guardería para la niña.





Un año después…



Darío se iba de vacaciones por un mes a Argentina a casa de Rogelio y Franco que ya estaban instalados en Buenos Aires, él en Panamá todavía no se adaptaba a la ciudad pero de momento se quedaría allá.



–Lo que me retiene en estos momentos aparte del excelente sueldo es…

–Es que tienes novio, como te conozco, esa cara tuya lo dijo todo.

–Jajaja si, es abogado y del bufete, es Panameño, ya tenemos 3 meses, ama a Alba. -Le dio un beso a su hija.  Y bueno…

–¿Y bueno que? ¿Cuál es el pero?

Darío vio a Franco y luego a Rogelio.

–Está casado y con hijos.

–Aaaaay chicooooooo, bueno, bienvenido, disfruta esta linda etapa del noviazgo jajajajaja, espero que la esposa no se parezca a Bertha que en paz descanse.

–No, para nada, es más, la mujer es poco agraciada la verdad y caída de la mata…por lo menos lo que he visto de ella, he compartido en 3 oportunidades.

–Bueno, a lidiar con su hombre casado, pero ahora está aquí soltero. Vamos a llevarte a conocer la ciudad y a sacarte de fiesta.

–No chico, ¿y mi beba?

–A Alba la va a cuidar una mujer que contratamos, que tiene excelentes referencias y conoce a la niña por fotos y está encatadísima de cuidarla.

–¿Y quien es esa mujer?

–Mi madre. -Dijo Franco y los tres se rieron.



Los 3 amigos salieron esa noche a difrutar de la ciudad hasta que el cuerpo aguantara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario