sábado, 22 de julio de 2017

DE REPENTE TU 8. Capítulo 6


Salvado.



Emilio le desabrochó el pantalón mientras le tapaba la boca. Se escuchó un golpe metálico que sacó de concentración al profesor que miraba hacia donde provenía el ruido. Le quitó la mano de la boca a Jesucristo y este gritó. ¡YONAIKEEEL!



El motorizado salió del cubículo dando traspiés y con el pantalón a medo muslo, Fernando se quedó dentro sentado en el inodoro asustado.

–¡Ese bichoo! ¿qué coño haces aquí? ¿qué le haces al menor?

–Yonaikel, Yonaikel, no digas nada, yo no…yo no quería.

–Epa, epa, epa párate ahí primo, no te vas a ir liso.

Fernando escuchó la voz de su primo y salió. –¿Emilio?

–Fernando yo, yo no quería.

–¡Usted claro que quería! Me quiso violar, no me va a importar nada Emilio pero lo voy a denunciar.

Emilio intentó detener al muchacho pero Yonaikel se interpuso.

–¿Qué pasó papá? No te pongas comiquita, mira que andas fugao, quédate sano y yo te llevo pal loquero y te dejo ahí, sin peo, sin pacos y sin mariqueras raras. Papi yo voy a llevar a tu primo pal centro ese.

–No…lo llevo yo Yonaikel, quédate con el muchacho y que no diga nada.  Me disculpo en nombre de mi primo por todo esto chamo.



Fernando se fue con Emilio y salieron sin mucho escándalo.



–¿Y usted se acostó con ambos? ¿CON LOS PRIMOS?

–Si, uf aguantan pela, sobre todo el portu Fernando, ese es un veterano. ¿Tú estás bien? ¿Te hizo algo?

–No, bueno, me hizo daño mientras me sostenía pero no logró su cometido.

–¿Y querías que te cogiera o qué? Te da morbo el sexo salvaje así obligao? Si quieres te doy duro ahí metidos.

–Usted de que habla Yonaikel, yo tengo mi novio.

–Pero a que no tiene esta verga grande y gruesa. -Se la mostraba sujetándola con la mano y en eso entraban dos hombres y se acomodó el pantalón, siguieron hacia los urinarios mientras ambos se iban del baño.



Yonaikel se fue a buscar una cerveza y a Keiny. Jesucristo a su novio.



Pablo estaba sirviendose un trago cuando por detrás alguien le toca el hombro. En la muñeca, Jesucristo tenía un hilo rojo que le daba la vuelta.

–Mi amor ¿dónde estabas? ¿qué tienes?

Jesucristo estaba triste y nervioso, su cuerpo apenas temblaba y tenía la piel enrojecida.

–¿Que tienes amor, qué te hicieron?

El muchacho lo abrazó y se puso a llorar para luego separarse y sin verle a la cara le contó.

–Emilio, mi profesor…estuvo aquí, intentó violarme en el baño.

Pablo se le subió la sangre a la cabeza, su cara estaba roja. El vaso que tenía en la mano lo estrelló contra el piso.



–Pablo necesito hablar contigo. -Había aparecido Verónica pero el publicista no le determinó empujándola a un lado.

–Desde que apareciste en la vida de Pablo lo has convertido en otra persona.

–Usted lo que es, es una puta.

Verónica lo cogió del brazo pero el muchacho le lanzó una bebida a la cara que estaba cerca de una mesa. Se fue tras su novio.



–Pablo, Pablo ¿adónde va?

–Quédate ahí Cristo, yo sé lo que tengo que hacer.

–No vaya a cometer una locura.

–La locura ya la cometió otro, yo voy a resolver eso. No te muevas de la fiesta y entra.



Yonaikel se le acercó.

–Chamo te fuiste de conejo a soltarle el yoyo al novio, ese man va a dejá pegao al Emilio, va a ser un bisté por tu culpa.

–No me diga eso por favor, lléveme en su moto

–¿pa dónde?

–Pablo va a buscar a Emilio, lléveme.

–Y tú y tal el adivino, naguevoná.

–¿Me va a llevar o cojo un taxi?

–Si va. Vente.



Llegaron al centro de rehabilitación y reclusión donde está Emilio, la calle estaba sola y oscura, solo un poste de luz cercano a la enorme casa iluminaba parte de la entrada.

Al acercarse Jesucristo y Yonaikel ven el carro de Pablo. lejos del vehículo una silueta de alguien que está de pie y algo que sujeta de su mano y cuelga.



Jesucristo se baja de la moto y se acerca despacio a la entrada donde está la persona parada. Al llegar se da cuenta que es Pablo que sujeta un mecate delgado. Su mirada está perdida mirando hacia el frente.

–PABLO, PABLO ¿QUE HIZO? PABLO. YONAIKEEEEL, VENGA, VENGA RAPIDO.

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